jueves, 8 de julio de 2010



¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE QUE EXISTA LA MUERTE Y LA VEJEZ?

Se imaginan Vds. ¿Qué ocurriría en nuestro mundo si nadie muriese, o envejeciese…?
Reflexionando, reflexionando, he llegado a la conclusión de que podría ser algo bastante caótico…

Pensemos en el amor… En los jóvenes por ejemplo, imaginemos que todos los cuerpos físicos tuvieran siempre de manera permanente la apariencia de un joven de veinte años… ¿Qué sucedería? Pues que todo el mundo estaría deslumbrado por el esplendor de la belleza de los otros, y nadie podría centrarse en tener una pareja estable o en fundar una familia… Porque “el césped siempre parecería más verde” en otra relación de pareja…
La infidelidad se desataría de manera generalizada, debido a los altos niveles de competitividad. La monogamia no podría darse, y la familia tampoco.

Otro aspecto sería el del trabajo… Al estar todo el mundo sano, nadie se jubilaría nunca, así que los nuevos retoños tendrían un serio problema para establecerse en la vida. Limitar la natalidad sería una solución pero… No eliminaría el problema al no existir la jubilación. El empleo, en este caso sería por lo tanto escaso.
Las cosas respecto a las pensiones serían al revés que ahora:
En vez de, la población joven cotizar para sostener el sistema de pensiones… Los más avanzados en edad tendrían que mantener a los jóvenes, hasta que los primeros decidieran cederle el puesto a los segundos.

Las herencias…
Estas se reducirían paulatinamente quedando los bienes siempre en manos de los mismos individuos, y no se dividirían sino que se disfrutarían en conjunto. La única manera de poder acceder a nuevos bienes heredados sería por apuesta, o por ganancia comercial.

En fín, por todas estas y otras muchas cuestiones, llego a la conclusión de que la vejez y la muerte son un gran invento que pensó Dios, para resolver todo ese lío que hubiese sido vivir la inmortalidad en cuerpo físico, porque sino todo sería mucho más complicado. Sin embargo, de todos modos podemos ser inmortales en el “otro barrio”, donde hay muchas moradas celestiales, y donde hay sitio para todos de sobra en la eternidad sin los problemas de acá. Ché, que gran invento el de la vejez y la muerte… Nos hemos ahorrado de un plumazo un montón de problemas…


Orígenes, filósofo cristiano del siglo IV (aprox) d.d.C dio una respuesta propia al carácter inevitable de la vejez y la muerte:

“Conforme el cuerpo envejece, el alma debe entrar en la juventud eterna”.
“Es posible, dejar a un lado la vejez y las arrugas para pasar a la juventud; y lo maravilloso de esto es que mientras el cuerpo pasa de la juventud a la vejez, el alma si alcanza la perfección, cambia de la vejez a la juventud”.

Y Elisabeth Clare Prophet, en si libro “Reencarnación, el eslabón perdido del la cristiandad”, aclara sobre este mismo tema:
“Es decir, cuanta más edad tengamos, más deberemos haber encarnado de Dios. El progreso no se realiza necesariamente mediante el progreso físico, sino mediante el perfeccionamiento del alma”.


(MAIGA, 2 de Julio de 2010)

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