EL EXPERIMENTO DEL ASCENSOR:
Programados para la Conformidad...
Un revelador e histórico experimento muestra con ridícula claridad
cómo nuestra individualidad se diluye ante la conducta multitudinaria y cedemos
fácilmente ante la presión social, aunque esta nos haga ir en contra de la más
elemental lógica: el comportamiento de masas es profundamente irracional
En 1962 el reconocido psicólogo social Solomon Asch se confabuló con el
equipo del programa Candid Cámara para demostrar como las personas se conforman
a la norma. La facilidad con la que una persona modifica su conducta para
conformarse con la de un grupo hace pensar en que se trata de un truco o una
broma –que es una farsa.
Pero esto sólo ocurre porque observar cómo se diluye la individualidad
resulta cómico y francamente ridículo cuando no estamos dentro de ese grupo –si
un individuo ve este video en un grupo en el que nadie ríe, probablemente ese
indiviudo no reirá.
Tomamos conciencia al observar desde fuera nuestra conducta grupal que la
realidad colectiva, la del experimento o la de fuera del experimento, es la
farsa de la individualidad.
Este mismo experimento fue replicado en la Universidad del Sur de Florida
con los mismos resultados: una persona en el elevador ante la amenaza de
marginarse del grupo actúa conforme a la norma, aunque la conducta que imita
sea anormal.
VIDEO 1
Primera versión del experimento:
http://youtu.be/Gf2PGZ0mW-U
El poder que tiene la presión social para transformar nuestra conducta fue
investigado por Solomon Asch en una serie de experimentos que dieron lugar a lo
que se conoce como “el paradigma de conformidad Asch”.
VIDEO 2:
http://youtu.be/N7jUJUa77kk
Versión moderna del experimento
Este interesante experimento muestra que fácilmente vemos la realidad como
la ven los demás, aunque su visión sea completamente errónea. No se necesita
ser muy perspicaz para descubrir las implicaciones y extrapolaciones que tiene
esto sobre nuestra experiencia cotidiana psicosocial. La realidad que
experimentamos es más el resultado de una suma colectiva (de percepciones y
creencias) que de un análisis objetivo del mundo fenomenológico. El experimento
del elevador se repite en microdosis constantemente en nuestra cotidianidad y a
lo largo del tiempo crea una imagen que substituye al mundo. Vemos con todos
los ojos que han visto. Y nos movemos hacia donde se mueven otros antes. Es
parte de nuestro deseo de pertenencia, y de nuestro entrelazamiento como
especie: ¿pero acaso no quieres ser el único que mira hacia el frente cuando
todos dan la espalda?...
(Tomado de):
Por Dick Johnson en jul 6,
2012
Divertido e inquietante a la vez.
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