LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN:
(El Modelo Económico del Futuro...)
Tienes que conocer a los visionarios de tu época que van a hacer Historia y que sin duda cambiarán el Futuro de la Humanidad. Te presento a Christian Felber, un economista Austríaco que está creando escuela. No es ciencia ficción, ya están aplicando este modelo más de 300 empresarios de 8 países diferenctes, demostrando que si se quiere se puede...
Sus postulados son una Espezanza para todos:
A continuación puedes ver un vídeo donde explica esta teoría "en español" y bajando con el ratón, el resúmen de sus postulados (mira las medidas para los trabajadores en el punto 11 del resumen).
Te animo a Compartir con tus contactos esta Esperanzadora información,
pues todos deben saber que ya hay otras formas de hacer las cosas.
RESÚMEN:
1. La
economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen florecer
nuestras relaciones:
Confianza, Cooperación, Aprecio, Democracia, Solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones son la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.
Confianza, Cooperación, Aprecio, Democracia, Solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones son la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.
2. El marco
legal económico experimenta un giro radical, cambiando las coordenadas ‘afán de
lucrocompetencia’ por ‘cooperación-deseo de bienestar público’: Empresarios con
espíritu de cooperación serán recompensados. La actitud competitiva conlleva
desventajas.
3. El éxito
económico no será medido primando la cantidad de dinero obtenido, sino con el
balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien común (a
nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el balance principal
de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria
sea la actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común
alcanzados. Mejorando los resultados del balance del bien común de las empresas
en una economía nacional, mejorará el producto del bien común.
4. Las
empresas con buenos balances del bien común disfrutarán de ventajas legales:
tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos,
privilegios en compra pública y a la hora de reparto de programas de
investigación, etc. La entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida
para actores éticos y sus productos y servicios, que los de los no-éticos,
indecentes y no ecológicos.
5. El
balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de
ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin empresarial:
Aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero deberán
utilizarse para: inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos,
depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma
restringida, así como créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se
utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la
empresa, adquisición hostil de otras empresas, inversión en mercados
financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos.
6. Como el
beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas
pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o
sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores
beneficios. Todas las empresas están liberadas de la presión del crecimiento o
anexión.
7. Las
diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de 20
veces el salario mínimo. Propiedades que no excederán los 10 millones de euros,
el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas
familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán
repartidos como “Dote democrático” para las siguientes generaciones: igualdad
de capital inicial
significa mayor igualdad de oportunidades (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica).
significa mayor igualdad de oportunidades (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica).
8. En grandes empresas a partir de un elevado número de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas públicas.
9. Esto es
igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de
propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes
empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones
económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad,
energía, o comunicación: la infraestructura básica.
10. Un bien
democrático importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las
empresas, al bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía
soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro
garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos
de riesgo social. Los mercados financieros en la forma actual ya no existirán.
11. El
horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca,
deseada por mayoría de 25-30 horas semanales. De este modo queda tiempo libre
para otros tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y
cuidados (niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo
de la personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades
públicas.
12. Cada
décimo año en la profesión es un “año sabático” que será financiado a través de
un salario mínimo sin compromisos. Las personas pueden hacer en este tiempo lo
que quieran. Esta medida descarga el mercado de trabajo en un diez por ciento
de la tasa de desempleo en la comunidad europea.
13. La
democracia representativa será completada por la democracia directa y la
democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y
corregir su representación, decretar leyes por sí misma, modificar la
constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento –
ferrocarril, correos, bancos -. En una democracia real son idénticos los
intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son un Derecho General de colaboración
y control por parte de la ciudadanía soberana.
14. Todos
los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un
amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una
asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará
democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá
en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la
ciudadanía soberana.
15. Aparte
de la asamblea económica del bien común habrá otras convenciones para
profundizar la democracia: convención para la educación, convención para los
medios de comunicación y una convención para la creación de bienes
democráticos.
16. Para
afianzar en los niños los valores de la economía del bien común y poderlos
practicar serán introducidas las siguientes materias en los programas:
emocionología, ética, comunicación, educación democrática y experiencia de la
naturaleza.
17. Debido a
que en la economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado
muy diferente al que actualmente recibe, deberán ser establecidas otras
competencias de gestión, los más responsables y competentes, los más empáticos
y sensibles, serán los elegidos, los que se capaciten, por encima de sí mismo,
como personas que piensan y sienten de forma ecológica y social, convirtiéndose
en solicitados modelos.
ENLACES:
Más
información en: www.gemeinwohloekonomie.org
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