LA MUJER LUNAR
Antiguamente,
se contaban las lunas que los amantes pasaban en la danza de enamorarse hasta
llegar a una intimidad corporal... Dos, tres, cuatro, doce lunas, ylas parejas
gozaban de cada paso dado, cada nuevo roce, cada signo de apoyo, el aroma, los
dones que el otro poseía.
Toda
relación buscada ser sustentada en tres medicinas: respeto, confianza e
intimidad.
El
respeto a los orígenes, anhelos y la individualidad de la pareja daba paso a la
confianza, segunda medicina, en que ambas partes reconocían saberse en
seguridad total con el otro y fe de su palabra, actos y coherencia.
Una
vez que estas dos medicinas esparcían su belleza en la relación, venía la
tercera medicina: la intimidad, que significaba la posibilidad de mirar el
interior del otro -conocer los deseos de su corazón, y ayudar a regar su tierra
firme para verlos florecer y enraizarse.
Una
vez sustentadas estas tres medicinas, el acto sexual, era ineludible, y se daba
-idealmente- en total sacralidad y belleza; de esta manera, ambas partes de la
relación hacían valer su derecho divino que la Madre Tierra ofrece a todas sus
hijas e hijos: disfrutar el placer corporal sin culpa, miedo o dolor.
https://www.facebook.com/LaMujerLunar/photos/a.632285096799184.1073741826.631714820189545/864362113591480/?type=1&fref=nf
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