Hay personas que no escuchan... Monopolizan la conversación intentando imponer siempre su visión. Lo hacen por egoísmo y falta de conciencia acerca de quienes le rodean, y por haberse trabajado muy poco ellos mismos. Es una actitud narcisista e inmadura.
La pena es que, se pierden toda la riqueza de una auténtica conversación: No llega a producirse ese enriquecedor intercambio que nos nutre, y hace mejores de lo que éramos antes. No deja a la otra persona expresar la belleza que lleva dentro, convirtiéndose en un monólogo agotador.
Tales personas, no nos aprecian, no nos aman, porque si nos amaran nos dejarían florecer y se acercarían a contemplar nuestro aroma.
Busquemos la calidad en nuestras relaciones.
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(Maiga)
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