Llaga el momento de prueba para nuestra civilización: El como reaccionemos marcará la diferencia de nuestro futuro inmediato. Ahora se revela en la escena exterior la oportunidad de demostrar si todo lo que hemos aprendido y desarrollado hasta hoy, nos ha funcionado.
Grandes desafíos tenemos por delante: Económicos, sociales, emocionales, vocacionales, etc. ¿Escucharemos la llamada de la luz o de la sombra?
Ahora se verá si somos espirituales o no.
Un ser espiritual muestra sabiduría en todas sus manifestaciones, y ecuanimidad: No se afecta por aquello que sucede fuera pues conoce perfectamente que todo es Maya: Una ilusión 3D. En cambio, contribuye con sus Ondas de Paz y de Armonía al Bienestar colectivo irradiando desde su corazón Amor y Concordia, usando los medios de que dispone: Meditaciones, oraciones, Compasión, Sanación, Irradiación de Energía, Decretos, su ejemplo, consejo y saber estar, etc; para ayudar a sus hermanos.
Os dejo con una oración, que ha compartido recientemente un monje budista, instructor de Mindfulness en España:
Siendo consciente de
que el fuego no puede apagar el fuego, renuncio aquí y ahora a encenderlo.
Siendo consciente de
que el odio solo conduce a más odio, renuncio aquí y ahora a alimentarlo.
Siendo consciente de
que la hostilidad solo conduce a más hostilidad, renuncio aquí y ahora a
justificarla.
Siendo consciente de
que el deseo de venganza solo conduce a más deseo de venganza, renuncio aquí y
ahora a estimularlo.
Siendo consciente de
que la violencia solo engendra violencia, renuncio aquí y ahora a ejercerla
sobre otros.
Siendo consciente de
que una mancha de sangre no puede limpiar una mancha de sangre, renuncio aquí y
ahora a derramarla.
En estos momentos de
aflicción, pueda yo permanecer atento y consciente,
de manera que la
cólera, el odio, el resentimiento, el deseo de venganza, la hostilidad
no aniden en mi
corazón.
(Dokushô Villalba).
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