SOBRE LA MADUREZ...
Un buen día, la juventud desaparece y se lleva consigo nuestros pilares, los soportes que nos mantienen en pie o que creemos que nos sostienen, pero la vida con una lógica implacable, los derriba para descubrirnos que otros han crecido en su lugar: Más personales y propios que hemos construido por nosotros mismos y que ahora han de servir para levantar el nuevo edificio.
Cuando nos quedamos solos, sin ninguna ligazón con el pasado: Nace la auténtica madurez.
(Anónimo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario