PINCELADAS
En mi desván aún guardo huellas y pinceladas.
Cuando se acera el crepúsculo,
aún guardo magia de duendes y hadas.
Una tarde de Octubre muestra su agonía,
dulce baño entre olas de sueños
que no sé si cumpliré algún día.
Atrás queda el Alba con sus nubes coloreadas,
y aunque me envuelve la bruma
aún me quedan las pinceladas.
El brillo se tornó en mate, el claro en turbio,
y aunque navegue a contracorriente
aún tengo arca en este diluvio.
(Poesia de mi hermano: Pedro Serafín).
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